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Roadtrip por Sudáfrica (III): Garden Route

  • gigorlu
  • 17 abr 2019
  • 12 Min. de lectura

Actualizado: 13 sept 2019


Nos levantamos super temprano para desayunar y arrancar lo que sería la tercera etapa del viaje a Sudáfrica: Garden Route (Ruta Jardín).


Qué es la Garden Route?


Es la famosa ruta jardín de Sudáfrica. Un recorrido de unos aprox. 300 kms que bordea la costa sur de Sudáfrica hacia el este. Lo de Garden (Jardín) es en honor a la belleza de los paisajes que se pueden visitar durante el recorrido, muchos y muy distintos entre si. Tan distintos en color, como en vegetación y  clima.



Oficialmente el recorrido se extiende desde Mossel Bay hasta Storm River. Sin embargo, mucha gente suele hacer un recorrido más largo: desde Ciudad del Cabo al este, hasta llegar a Puerto Elizabeth e incluso más allá, hasta Durban. Quienes hacen este último recorrido recorren entre 750 kms y 1.658 kms.



Nosotras fuimos por la segunda opción (Ciudad del Cabo a Puerto Elizabeth por la ruta N2).

Desde el vamos, teníamos claro que al organizar el viaje habíamos recortado por los días que dedicaríamos a la Garden. Leímos, buscamos info en distintos blogs y recurrimos de nuevo a las recomendaciones de aquellos que ya habían ido, para saber sobre los puntos más atractivos (highlights) de todo el recorrido. Nos llevó rato decidir que visitar y en que lugares haríamos base.


Le dedicamos 4 noches y 3 días completos. Poco. Lo sabíamos y en ese momento asumimos el riesgo, pero .... una vez en Sudáfrica todo se relativizó.


Si bien conocimos un montón de lugares espectaculares y rodamos horas y horas por sus rutas, nos quedaron otro montón de pueblitos a los que entrar y caminatas para hacer. La perfecta excusa para volver. 


La Garden es una ruta para hacer despacio, parando en cada pueblo y ciudad, en cada playa, en cada puente, para descansar en las mesas para picnic a lo largo del camino. Una ruta que tiene mucho para descubrir.







Cómo se puede recorrer la Garden Route?


La mayoría de los viajeros la recorre en auto, porque como les comenté en el primer post de la serie Sudáfrica, te da libertad de horarios y de ritmo necesarias para recorrer un país como este.


Ahora. Esto se vuelve económicamente viable o barato (siempre pensando con la mente mochilera) en la medida que viajes en grupo o en pareja. Sino el costo de un auto puede hacer que te salgas de presupuesto.


Si bien nosotras ibamos a ser 5 en ésta etapa y siempre tuvimos claro que el alquiler de auto era la mejor opción para nosotras, incluso por lo económico, analicé otras opciones que me parecieron interesantes (o me hubiera gustado experimentar), para tener en cuenta.

Las opciones que encontré fueron:


En auto. Siendo 5 personas alquilamos, en la arrendadora First, una Ford Tourneo por 5 días (para Ciudad del Cabo y la Garden) a USD 77 por cada una, para el total de días de alquiler. Si sumamos el gasto de combustible y los peajes, el costo total en USD nos quedó a cada una  en USD 91.


Recorrer en auto te permite disfrutar de momentos de conversación inolvidables, risas, nervios por la ruta que hay que tomar o donde doblar y sobre todo, la libertad o independencia para poder poder parar en cualquier lugar y disfrutar del paisaje que te llame la atención.


Foto by Steph

- En Baz Bus. Existe una empresa de minibuses que propone hacer el recorrido con el sistema "hop on-hop off", que te permite comprar un boleto de bus desde un lugar de inicio hasta un lugar destino, pudiendo parar en cualquiera de los puntos pre-definidos, que generalmente son los highlights del recorrido.


Aquí les dejo el mapa del recorrido Baz Bus.


Mapa extraído de la web de Bazbus

Es posible comprar online en la web de Baz Bus. Existen dos tipos de tickets: por recorrido (por ejemplo un ticket de ida de Ciudad del Cabo a Port Elizabeth, sin límite de tiempo de uso, tiene un costo de USD 70) o por tiempo (un tickets de 7 días tiene un costo de USD 20 de Ciudad de Cabo a Johannesburgo, solo ida). Aquí puedes ver los precio actualizados.


- En Bicicleta: hay tours guiados, pero también es posible recorrer por libre.


Otra buena opción, teniendo tiempo y dinero, es recorrer la Garden Route en bicicleta.  Es una forma aventurera de recorrer lugares tan lindos.

Existen empresas que organizan tours desde Ciudad del Cabo por unos USD 250 por día en recorridos de 7 días. No es una opción barata, pero vaya que puede ser divertida.  

Otra opción es comprarte una bici o alquilarla y organizar tu propio tour. El costo de alquilar una bicicleta por día es de USD 25. También es posible comprar una, pero no es barato (una usada puede rondar los USD 200).


Nuestra ruta


Dia 1


Recorrido Día 1

Arrancamos por Pringle Bay. Un pueblo sobre la playa, a pocos kilómetros de Ciudad del Cabo, en medio de la reserva biológica Kogelberg (cadena montañosa que nace en la Table Mountain y se prolonga por la costa), a mitad de camino entre Betty's Bay y Gordon's Bay. Era un día soleado, pero con bastante viento. Cuanto más nos acercábamos a la costa, más se sentía el viento. Eramos las únicas en el estacionamiento de la playa. Nos bajamos de la camioneta y apostamos si llegábamos a la playa.



Los remolinos de arena y e viento nos hicieron meternos nuestra apuesta en el bolsillo. A mitad de camino decretamos que daríamos vuelta. Pringle Bay sería otra excusa para regresar.


Seguimos por la ruta R44 hacia Hermanus, cuando por la ruta vimos una playa enoooorme y dijimos: Listo, tenemos que caminar por ahí. 




El viento trajo las nubes y las nubes la tormenta. Al bajar a la playa el viento no era tan fuerte, pero se podía ver como llovía mar adentro. El olor a sal y arena mojada se me quedaron impregnadas.  Intenté por todas las formas ubicar como se llamaba la playa. Recuerdo haber leído algo en el GPS de Wilderness, pero lo busco y lo busco con ese nombre y no puede llamarse así (Wilderness es una playa pasando Mossel Bay, el lugar al que llegaríamos a pasar esa noche). En mi cabeza y naríz quedó grabada como la playa sin nombre Un lugar inmenso.


Algo magnífico del clima de Sudáfrica, es que en pocos kilómetros puede cambiar radicalmente. No fue sino avanzar un rato para que el sol saliera con fuerza. El viento ya era historia. Llegamos a Hermanus. Otro pueblo con playa, famoso por ser lugar de retiro de los sudafricanos y ser punto estratégico para el avistamiento de ballenas.




Recorrimos el Cliff Road, un camino al borde las rocas desde donde se pueden avistar las ballenas en Junio y Diciembre, según los entendidos. En agosto, era casi improbable que pudiéramos ver alguna y así fue. 

No vimos ninguna, pero el recorrido valió la pena.




Serían pasadas las 3 de la tarde cuando estábamos pasando por el pueblo de las Agujas (L'Agulhas). Habíamos comido las provisiones de fruta, agua y snacks que habíamos comprado y decidimos recorrer un rato más.


A los minutos estábamos subiendo al Faro del Cabo de las Agujas (Cape Agulhas Lighthouse). Este es un faro famoso por lo estratégico, ya que ha hecho viable el comercio desde el océano Atlántico al Índico desde épocas de antaño.


Toda la zona es conocida por las tormentas que se forman y lo bravo del mar - cosa que pudimos comprobar, porque sin haber tormenta, se levantaban una olas enormes que rompían con mucha fuerza contra las rocas.


No quiero imaginarme lo que deben ser en día de tormenta.




Foto by Steph



A pocos metros del faro, hay un lugar importante. El lugar más al sur de África, en el que se unen las aguas del océano Atlántico y el Índico. Una zona descampada y rocosa, enmarcada en un azul profundo, donde el viento sopla fuerte. 





Después de caminar un rato, decidimos ir a almorzar en el pueblo, y así seguir camino hacia Mossel Bay.


Llegamos de noche, con lluvia, al hostel Mile Crunchers Backpackers, donde pasamos la noche por USD 9 con desayuno incluido. Es un hostel muy recomendable, propone varias opciones desde cuartos compartidos, hasta carpas y el desayuno está bárbaro.  Día 2


Arrancamos la mañana con sol y todas las pilas para seguir recorriendo. 

Salimos a recorrer Mossel Bay. Un pueblo portuario, que  en verano atrae mucho turismo interno. Por recomendación de la dueña del hostel arrancamos por la rambla y el faro de la ciudad.







La mañana estaba soleada, pero mar adentro llovía. En la rambla, unos veteranos se ponen su traje de neopreno para salir a surfear las olas.



Parece mentira lo distintas que pueden ser las rutinas en distintas sociedades. En Montevideo, a la misma hora podria haber incluso más gente, pero todos con sus mates debajo del brazo y algunos bizcochos para disfrutar del sol. Algún otro estaría llegando con su caña de pescar y la mayoría caminaría haciendo ejercicio. En Mossel Bay la gente hace surf. 


Seguimos ruta, en la que vimos llover, salir el sol y soportamos vientos fuertes inesperados.



La siguiente parada fue Knysna, uno de los puntos altos de la Garden Route. Es un pueblo pequeño entre las montañas y el mar, que bordea una laguna que funciona de estuario de ostras y otros mariscos. Como sabíamos poco de la zona, paramos en el centro de información del pueblo para que nos comentaran de cosas para hacer. Nos recomendaron The Heads, la desembocadura del estuario en el mar y varios walks (caminatas) cerca de la ciudad. 






The Heads resultó ser una de las vistas panorámicas más lindas que he visto en todos mis viajes. Se accede desde un barrio privado al borde de las rocas. El acceso es gratuito. 





Entre las caminatas que nos recomendaron había algunas largas de 22kms, 14km y 11kms en Sinclare Nature Rerserve y una mucho mas corta en un lugar llamado Garden of Eden (Jardín del Edén) de 1,5km. Considerando la hora del día y nuestros planes de lugares a visitar, decidimos ir por el Garden of Eden. El ingreso tiene un costo de 70 Rands (USD 5). Consultamos el porque del nombre y nos dijeron que al llegar nos ibamos a dar cuenta. Así fue. Ni bien estacionamos en la ruta, ya lo sospechamos. Es un jardín con plantas tropicales y una humedad astronómica (al mejor estilo selva). Un verdadero microclima que muchos desearíamos tener en los veranos de calor, para refrescarnos.  Hay varias mesas dispuestas para descansar, por lo que los días de calor es un lugar ideal para hacer picnic. Nosotras por nuestra parte, comimos algunas frutas nada más y seguimos camino.



A eso de las 15 llegamos a Plettenberg Bay, puntualmente al ingreso de la Reserva Natural Robberg, un lugar que por lo que nos había dicho era espectacular. 


Vista de Plettenberg Bay desde Robberg


Robberg es una península de unos 4 kms de largo que se puede recorrer en unas dos horas.  Tiene varias zonas de una dificultad media de ascenso y caminata entre rocas. 


El horario de cierre de la reserva es a las 17hs, por lo que estábamos bastante justas. Hay dos recorridos para visitar la reserva, uno corto de 3kms y otro de 5kms.



Fuimos por el recorrido largo de 5kms.



El ascenso es por tramos puede quitarte el aliento, pero nada que levantar la vista y respirar no cure. La vista desde la cima es espectacular.






Después de recorrer la cima de la reserva (una meseta de roca), la caminata continúa por la playa. Una playa inmensa y desierta, donde la bruma te regala una cortina de niebla de postal. 


Podría asegurarles que la definición de desconexión está inspirada en esta playa. No tengo dudas.

Cuando terminamos la caminata, regresamos a la entrada cansadas pero con la satisfacción de "haber podido". Estiramos las piernas, nos sacamos los zapatos, y nos dimos cuenta que eran como las 5 de la tarde y no habíamos almorzado.


Así que seguimos camino hasta Storm River para ver si encontrábamos algún lugar para comer o algún super donde comprar provisiones. Por el camino pasamos por el Bloukrans Bridge, un puente suspendido en forma de arco que atraviesa el río Bloukrans. Muy conocido por ser el lugar donde muchos viajeros hacen bunge jumping. No nos detuvimos. Esa noche reservamos un cuarto en el hostel y camping Tube'n Axe Backpackers Lodge por USD 16 sin desayuno incluido. 

Como llegamos tarde, y en el pueblo no encontramos nada abierto, fuimos directo al hostel.  Storm River es un pueblo muy chiquito, al borde de la carretera N2. Super ecológico y dedicado al turismo. Aunque sentí que había muy pocas opciones de supermercados y lugares para cenar. Era sábado y había mucho movimiento en el hostel. El bar del hostel estaba lleno. Un grupo de estudiantes en viaje de egresados se mezclaban entre si. Al fondo del hostel encendieron un fogón y listo..... decidimos quedarnos ahí, tomando unas cervezas al lado del fogón. Se puso muy frío a la noche (la temperatura bajó muchísimo). Nos anotamos para la cena - que fue muy completa - nos quedamos haciendo sociales.  Verlos conversar, interactuar, bailar, me colgó. Me quedé rato observándolos de erre ojo con ganas de bailar con ellos. Me recuerdo anonadada de identificar comportamientos, expresiones corporales que creía eran nuestros, de nosotros cuando éramos adolescentes. Una cultura muy distinta y el comportamiento entre pares es el mismo.  

En el grupo había un bailarín que animaba la fiesta, un musicalizador que trajo su propio parlante porque le apasionaba enganchar las canciones, la linda del curso a la que todos los varones no le quitan ojo, el lindo que muere por ella y tienen terrible química pero ella se hace la difícil  .... Me volví a ver adolescente en ellos. 

Día 3



Arrancamos el tercer día sin desayunar, porque a las 6.30 todavía la recepción del hostel no estaba abierto y en el pueblo tampoco encontramos lugar donde desayunar (todo cerrado). El primer destino del día fue Tsitsikamma National Park, uno de los parques más lindos de toda la Garden Route. Su nombre significa "lugar de abundante agua con gas (sparkling water)". Es un lugar muy verde, con mucha vegetación y diversidad de pájaros. Algunos viajeros lo visitan exclusivamente por las aves. La entrada al parque tiene un costo de 235 Rands (USD 16) por día. Ni bien entramos vimos una carpa donde está el restaurante del camping principal. Desayunamos allí para cobrar fuerzas para las caminatas que teníamos planeadas.


El parque Tsitsikamma es uno de los más grandes, con todas las comodidades para pasar tiempo de calidad. Hay muchas actividades para hacer. 


Hay parrilleros y mesas dispuestas para pasar el día. Se puede alquilar cabañas, cuartos compartidos o parcelas para acampar o instalarte con tu camper (casa rodante). En la web de Sanspark, la empresa que administra los parques nacionales, están todos los costos actualizados y es por allí donde se hacen la reservaciones.




Hay un montón de caminatas que se pueden hacer. Las suficientes para que un día no se suficiente para hacerlas todas. Nosotras teníamos solo un día por lo que tuvimos que priorizar en base a las recomendaciones de la chica que atendía el almacén del camping. Compramos algunas provisiones y agua para llevar a los recorridos.


La primera parada fue el Suspension Bridge, un puente colgante que une las dos márgenes de la desembocadura del río. Que por cierto me llamó mucho la atención, porque el agua parecía ser de un color rojizo que en el momento que empezaba a mezclarse con el azul del mar, se perdía. La caminata hasta el puente es un recorrido fácil, de 1 hora aprox., entre pasarelas de madera en medio de la vegetación.



Una vez que se cruza el puente, hay una pequeña playa. Si se camina por el borde las rocas se puede llegar a una cueva, que es uno de los view point más lindos del parque.





La segunda caminata que hicimos fue la de la Cascada. Una caminata de unos 3kms pero que lleva unas 4 horas dependiendo de tu estado físico. Es de una dificultad media, media alta, que descubrimos una vez estábamos en el "baile".  




Sospechamos que por el tiempo que llevaba, algo de dificultad debía de tener. Los primeros tramos son fáciles, pero cuando empieza la parte rocosa se puede volver un poco difícil. No es imposible, porque si una principiante en esto de los trekkings como yo logró hacerlo, es accesible. Lo que no quita que haya que estar preparado. Nosotras nos llevamos una sorpresa. 



No existen carteles que te marquen el recorrido con su grado de dificulad y la señalización del recorrido no es clara. Gran parte del trayecto está marcado con flechas en las rocas.

Lo tomé como un desafío. Me encantó. Durante toda la caminata no paras de ver paisajes espectaculares.





Además para frutilla de la torta: avistamos ballenas !!!!


Foto by Jime

Al regreso estábamos molidas. Nos sentamos al sol a tomar lo último que nos quedaba de agua y provisiones que habíamos llevado para el camino. El sol estaba fuerte, pero no quemaba. 



Me conecté el mp3 y puse una de mis canciones favoritas actualmente (gracias a mi amigo Marce): En la ciudad de la Furia de Soda Estéreo - pero en la versión unplugged con Andrea Echeverri de Aterciopelados.   La escuché mientras veía romper las olas en la serenidad del paisaje. Tratando de no pensar, como siempre y solo respirar hondo para quedarme con algo de esa paz y bajar revoluciones.  Fue un gran  final de trekking.



Después de descansar un rato, seguimos camino hacia St Francis Bay para ver la caída del sol. 


St Francis es un balneario con casas blancas. Son casas de esas que salen en las revistas de diseño. Las vi desde afuera, pero..., sin temor a equivocarme, puedo decirles que son casas de muy alto nivel.  Son las mismas casas que lo hacen famoso, así como ser una buena zona de pesca.



Una vez más eran como las 5 y media de la tarde y no habíamos almorzado. Buscamos donde almorzar y como no encontramos, decidimos aguantarnos hasta llegar a Port Elizabeth que seguro tenía que haber algo abierto, aunque era domingo.


La realidad, es que todo, absolutamente todo, estaba cerrado. Nos fuimos al hostel, hicimos check in y el chico de recepción nos dice que había una aplicación de delivery que funcionaba muy bien y pedimos una pizza para cenar. Nuestra última cena en Sudáfrica, después de unos días espectaculares.  


Pasamos la última noche en Jikeleza Lodge International Backpackers Hostel por USD 12 por cada una con desayuno incluido. Es un hostel cerca del aeropuerto. Lo elegimos estrategicamente, porque a la madrugada siguiente volábamos a Nairobi, en Kenia. 


Redondeando


Sudáfrica fue un país que me encantó de cabo a rabo. Todo lo que conocí. Un país que superó mis expectativas. Si bien intenté no hacerme expectativas, fue imposible.  Me esperaba un país menos moderno y me  encontré con "la Suiza de África". Los que le pusieron ese apodo no se equivocaron. Hay mucho de Europa en Sudáfrica, mezclado con el color y el ritmo africano. Todo enmarcado en paisajes de postal. No puedo más que invitarlos a que lo visiten. 

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Hola! Soy Luján
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Una uruguaya, de profesión eterna estudiante, que eligió del viajar un estilo de vida.

Hace un tiempo me vinieron ganas de contar en un blog sobre mis experiencias, las sensaciones, la música y la gente que he conocido. También tomo fotos, que les iré compartiendo.

Los invito a mochilear conmigo.

 

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