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Punta del Este a finales de enero

  • gigorlu
  • 11 abr 2019
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 18 abr 2019

Saliendo de mi zona de confort


Mediados de enero 2017. Una amiga me llama y me dice que tiene urgencia de tomarse unos días para descansar y pensar en desafios grandes que se le venían. Que una escapada a cualquier lado le vendría bien, con la única condicion de que sea barato. Había estado viendo opciones. La mejor: Punta del Este.


"Estás segura? En esas fechas Punta del Este es una locura de gente", le dije.

 

"No sé, capaz si, capaz no, pero el precio de un hostel que vi, es imbatible.", me contestó.


Me hizo pensar. Si bien en Rocha están los lugares que mas disfruto para descansar, a Punta del Este había ido solo 3  o 4 veces y siempre con alguien que era mi anfitrión, porque ya conocí. Hasta el momento no había caminado por las mías sin rumbo por la Mansa o la Brava, desconocía la zona de la Barra más allá del puente "ondulado". En otras palabras, no conocía Punta del Este. Nuestro principal ventana al mundo (tanto o más que Montevideo).


Hasta ese día Punta del Este era un estereotipo para mi. El lugar que era escenario de los programas de verano que transmitían en la tele cuando era niña y en el que solo había cuerpos esbeltos bailando al son de la música electrónica, casas de diseño decoradas con muebles de colección, jardines de ensueño, y autos carísimos en las calles. 


Me picó la curiosidad. ¿No será hora de generar mi propia impresión de Punta del Este? Los precios que me había dicho mi amiga eran tentadores. No tenía planes para ese fin de semana. No tenía excusas.



Le pregunté a mi amiga que le parecía si la acompañaba. Le copó la idea. Así que a fines de enero me iba a descubrir Punta del Este con ella.

Que sabía de Punta del Este?


Es un lugar con dos caras. La península, una ciudad densamente poblada, que genera tendencia a nivel regional y curiosidad a nivel mundial. Dividida por una avenida al estilo Rodeo Drive (Miami), llamada Av. Gorlero, que separa la playa Mansa de la playa Brava. Las dos grandes playas de ésta cara.


Mucha gente con solvencia económica y un gran amor por el surf, siguió encantada con el lugar, pero no estaba dispuesta a la masividad, por lo que empezaron a instalarse más hacia el este, a lo largo de la playas oceánicas.


El punto de comienzo de ésta zona es el Puente de la Barra, un puente no muy grande pero que es sinónimo de adrenalina entre grandes y chicos, porque con su forma ondulada hace que si lo atraviesas a alta velocidad te den cosquillas en la panza. 


Cuando llegas al final comienza la Ruta 10, el hilo conector de una seguidilla de playas. Cada una tiene un estilo y espíritu diferente. Todas paradas oficiales según quien ya conoce la zona. La primer playa es La Barra, la sigue La posta del cangrejo, Montoya, Bikini, Manantiales y luego José Ignacio.


Playas de Punta del Este

Todas las playas está conectadas por dos líneas de buses locales que en verano tienen horario extendido hasta altas horas (1). También hay taxis, pero si bien el servicio es bueno, es muy caro. Un taxi de la terminal de buses a la Barra sale aprox. USD 25.


Con mi amiga nos quedamos en el hostel que habíamos visto, el barato. Si, ese: Mundaka Hostel(2), en la Barra. Lugar excelente para quien está visitando la Barra en auto, cosa que nos enteramos una vez que estuvimos allá.


Teníamos 20 minutos de caminata desde el hostel a la Ruta 10, desde donde podíamos tomar bus o caminar a lo largo y ancho de las playas.

 

El primer día que llegamos lo dedicamos a caminar, explorar y tomar sol. Nuestra idea era caminar entre playas caminando por la orilla. Bajamos en la playa de La Barra, donde el mar se junta con las aguas del arroyo Maldonado. Mucha gente, sobre todo familias con niños, eligen las aguas del arroyo, porque no tiene olas y es poco profundo. El resto disfruta las arenas de la Barra. 


Nuestra idea era buscar un buen lugar para instalarnos y pasar el día pero nos vimos tentadas a seguir caminando. Llegamos a la Posta del Cangrejo, una zona rocosa, que nos obligó a salir a la ruta y caminar un tramo por allí. De paso encontramos un quiosco que vendía cervezas para refrescarnos y entre charlas llegamos a Montoya. Allí nos instalamos.





Montoya es una playa para nadadores, con grandes olas y agua fría. Una playa feroz. De ahí que hubiera muchos surfers disfrutando al máximo. Es una playa enorme. Me asombró que hubiera poca gente. las sombrillas estaban de tanto en tanto y se dejaban ver espacios de arena inhabitados. Solo hay un parador con pocas y caras opciones.




Está separada de Bikini Beach por un islote de rocas. Justo ahí fue donde encontré mi lugar para disfrutar de la playa. Entre las rocas se forman piscinas naturales de agua calentita. Estás ahí y ves venir las olas enormes que en un segundo chocan contra las rocas y se hacen una nada. 



Entrada la tarde decidimos seguir explorando y caminar hasta Bikini. No habíamos almorzado más que unas papas fritas que llevamos de provisiones, por lo que teníamos la esperanza de que saliendo a la ruta nuevamente encontráramos alguna panadería o un supermercado para comprar algo para almorzar.  


Bikini es la playa trendy por excelencia. Su parador es famoso por sus fiestas de electrónica al atardecer hasta la madrugada. Ese día se levantó viento. No había mucha gente en la playa tampoco. El promedio de edad era menor que en Montoya, pero nada fuera de la normalidad. Muy lejos de lo que te mostraban en aquellos programas de televisión que veía de niña, con modelos luciendo trajes de baño diminutosy gente tomando champagne. Si bien es cierto que la gente se produce para ir a Bikini Beach, no me sentí incómoda ante el show. 


Comer se volvió prioridad y decidimos ir en busca de algo para comer y tomar. De salida de la playa encontramos un food truck de Patagonia, la cerveza artesanal . No había nadie, pero había música y decidimos quedarnos por ahí. Tomamos una, comimos unas rabas y seguimos tomando hasta casi antes que cayera el sol, que decidimos volver a bajar a la playa para la fiesta de electrónica y ver el atardecer.


La fiesta no fue gran cosa. Solo unos pocos estaban allí y la playa estaba quedando desierta. Volvimos a Patagonia y el escenario era totalmente diferente. Ahora estaba lleno de gente y un DJ estaba pinchando música electrónica. Estuvimos hasta casi el final.



Para regresar nos tomamos un bus, pero tuvimos que caminar un rato y esperar a que pasara, porque a esas horas, como las 2am pasan más espaciados. Desde la ruta tuvimos que caminar a tientas hasta el hostel, pero fue divertido. Hubiera sido genial si la luna hubiera estado presente, pero como no había nos iluminamos con nuestros celulares. Al llegar al hostel, había una fiesta de electrónica junto a la piscina. Por un momento pensamos en unirnos y seguir divirtiéndonos, pero la caminata de la mañana pudo mas. Decidimos descansar. En nuestro cuarto conocimos otras viajeras que estaban de recorrida también y nos quedamos conversando un rato. Al día siguiente, después de desayunar, fuimos a tomar bus (ésta vez no daba para volver a caminar tanto trecho). Llegamos hasta Manantiales, pero decidimos que Montoya era la playa para nosotros, por lo que volvimos sobre nuestros pasos caminando. A la noche cenamos en el hostel y después nos pasó a buscar un amigo para salir a recorrer la noche punta esteña. Fuimos a la zona del puerto donde hay varios boliches para salir a bailar y mucha movida. Entramos gratis a Soho, uno de los lugares de moda. Tenía dos pistas. En la de abajo mucha música pop y para bailar y el de arriba electrónica de la pura y dura. Una estaba atestada de gente y la otra casi vacía, con una azotea donde se podía respirar aire. Los tragos eran muy caros, pero la cerveza solo estaba un tercio arriba que la media. Llegamos al amanecer después de bailarnos todo, por lo que al otro día no nos exigimos. Decidimos ir a la península, pasar el día en la playa allí y recorrer la ciudad. Nos tomamos el bus 14 hacia la península que nos dejó en la terminal de buses. Desde ahí salimos a recorrer. Terminamos "acampando" en la Playa de los Ingleses y de tarde caminamos por la ciudad, la zona del puerto, la playa de los dedos y un poco más allá. Nos hablaron de una fiesta en Manantiales, por lo que de noche fuimos para allá, pero no encontramos nada .... Terminamos caminando sin rumbo en busca de algún lugar donde cenar, hasta que la luz se hizo ante nosotros: Bier Manantiales(3). Un lugar genial. Resulta que cerca del pub donde supuestamente iba a ser la fiesta, existe un biergarden donde venden cerveza artesanal, los mejores chivitos y crepes, todo al son de muy buena música rock. El predio es muy rústico. Food trucks enmarcando un predio con mesas de madera a compartir entre los comensales. Lugar para grandes y chicos. Más que recomendado.


Al día siguiente ya nos volvíamos, por lo que nos quedamos en la playa de La Barra. Estuvimos un rato hasta que un par de familias nos empezó a incomodar con su despliegue y decidimos volver al hostel. Nos encontramos con que estaba desierto y sonaba el mejor rock y reggae de todo el fin de semana: Los Piojos, Ciro y los Persas, Redondos de Ricota, Cuatro pesos de propina, Soha y muchos mas. Entablamos conversación con los pocos habitantes del hostel por esas horas, Fue muy divertido. Almorzamos sandwiches que armamos con las provisiones que compramos en uno de los supermercados de camino al hostel.  De tardecita emprendimos la retirada, con la sensación de que había sido poco. No me reconocía a mi misma. Yo con ganas de quedarme en Punta del Este? Si, yo. Una vez más comprobé que los estereotipos están para ser desmitificados. Fue una escapada de reconocimiento, propia de quien explora con ganas de estar en contacto con la naturaleza y un ritmo propio. Quizás en otro momento o con más tiempo hubiéramos podido hacer muchas más cosas o quizás no. Fue un fin de semana completo.  Definitivamente a finales de enero Punta del Este tiene mucho para ofrecer. La temporada aún está en su apogeo.  Que se puede hacer en Punta del Este a finales de enero, además de playa?

+Visita al Establecimiento Turístico Lapatia. Es una estancia turística ubicada en Punta Ballena muy conocida con juegos para niños, paseos a caballo y los mejores panqueques de la zona. Solo tiene una desventaja, y es que está abierta al público únicamente en temporada de verano.  En su web se puede consultar las fechas de apertura (4).


+La ruta de los faros. Visitando el faro de Punta del Este y el de José Ignacio. El de Punta del Este está en plena península, con una altura de 45 metros y con mas de cien años sigue alumbrando en Calle 2 y Calle 5. A unos 20 o 30 minutos al este por Ruta 10 (en bus o auto) está el faro de José Ignacio. Llegar hasta allá es lindo, pero el balneario en si es muy especial. El paisaje es de postal, dicen algunos. Tanto así que grandes personalidades de la farándula o el foco económico mundial lo han elegido para vivir. Es una zona residencial, de grandes mansiones y casonas, pero la playa es muy linda. 


+Visitar Casapueblo. Es un hotel al mejor estilo de las islas Griegas, que tiene el atelier museo de Carlos Paez Vilaró, gran artista plástico uruguayo que falleció hace poco tiempo y fue el creados del lugar. Está ubicado en Punta Ballena, unos kilometros antes de Punta del Este, con una vista privilegiada de lo amaneceres y los atardeceres. Es posible visitarlo por fuera, pero para entrar al museo es necesario pagar una entrada. Se puede ir en bus desde la terminal de buses en la península. Está a unos 15 minutos al sur de la península.





+Caminata por la rambla y el puerto. No hay itinerarios sugeridos. Solo dejarse perder. Ya sea que vayas en verano o en invierno, el atardecer se ve de maravillas. Es el lugar de encuentro de los locales y en verano de todo el balneario.








Tips: - en La Barra no abundan los almacenes o supermercados y sus horarios no son como en la ciudad, por lo que conviene hacer stock de provisiones en la península o en los supermercados en la ruta de camino a José Ignacio.  - hay un solo parador (chiringuito) por playa, que son bastante caros. Por lo que si estáb en plan mochilero, la mejor opción es llevar algo pronto para almorzar y provisiones de agua.  - hay varias webs donde se puede consultar los eventos, festivales, fiestas que hay tanto en la península, como en las playas: http://quehacemoshoy.com.uy/

(1) Los horarios y costo de los buses locales se pueden verificar en: 

www.codesa.com.uy

www.maldonadoturismoltda.com (2) www.mundakahosteluy.com (3) https://www.facebook.com/pages/BIER-Manantiales/307262359669476 (4) http://lapataiapuntadeleste.com/ 

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Hola! Soy Luján
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Una uruguaya, de profesión eterna estudiante, que eligió del viajar un estilo de vida.

Hace un tiempo me vinieron ganas de contar en un blog sobre mis experiencias, las sensaciones, la música y la gente que he conocido. También tomo fotos, que les iré compartiendo.

Los invito a mochilear conmigo.

 

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