A fines de 2015 leí la noticia de que en marzo de este año tocaría Coldplay en el Estadio Único de la Plata, a unos 30 minutos de Buenos Aires.
Pasaron los días, pero no me decidía. Hasta que, con la excusa de que una de mis amigas cumpliría años en abril y no le gusta la rutina de su cumpleaños, surgió la idea escaparnos hasta Buenos Aires a festejarlo. Desde el primer momento, Coldplay se sumó al festejo. No concebimos abandonar la oportunidad de ir al show. Coldplay estaba incluído en el programa.
El tema fue que para cuando nos decidimos, las entradas para el show del 31 de marzo estaban agotadas. Sin embargo, por facebook nos enteramos que agregaban una nueva fecha para el show: viernes 1 de abril de 2016. A éste teníamos que llegar..... y así fue. En enero ya tenía la entrada. Solo faltaba preparar el viaje y esperar.
Ésta sería mi segunda visita a Buenos Aires. Hace casi 8 años que crucé el Río Uruguay para conocer Buenos Aires. Recuerdo que fui en invierno, en vísperas de mi cumpleaños. Fui por el fin de semana también. No conocí más allá de los límites del Microcentro, la feria de San Telmo, la Plaza Dorrego y el barrio Once. Lo cual para un fin de semana fue maratónico.
Como sería volver? Recordaría algún lugar, alguna esquina? Uno de los recuerdos más lindos que tengo de esa vez es la degustación de "facturas".
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Recuerdo ir caminando por la feria de San Telmo y sentirme tentada por el aroma a bizcochos1 recién salidos del horno, que salía de una Panadería. Entré ahí y compré croassants y margaritas de crema para compartir con mis compañeras de viaje. Recuerdo que eran más grandes que nuestros bizcochos y con menos sabor, pero igualmente disfrutables. Nos sentamos en frente a una vidriera a comerlos y tomar mate. Un desayuno perfecto.
Febrero pasó super rápido. No tuve en mente en ningún momento el viaje a Buenos Aires, pero a medida que pasaban los días de marzo las expectativas empezaron a hacerse sentir.
Tomé una decisión. Ésta vez no quería organizar nada. Quería que mis amigas fueran las guías, que me mostraran Buenos Aires como ellas lo conocen, como ellas lo sienten. Generalmente tengo el impulso de prepararme para el destino que voy a conocer, creo que es algo así como un defecto/bendición de aquel que viaja solo. Aunque, algunos miramos información, entramos a foros para ver que lugares vale la pena conocer, vemos como llegar de tal a cual lugar importante, etc. Otros solo se dejan llevar. Definitivamente quería estar dentro del segundo grupo ésta vez.
Sería diferente. Sería volver a un lugar que ya "conocía" con ojos nuevos. Solo me prometí repasar los éxitos y escuchar el nuevo disco de Coldplay, para estar preparada para el show. De los temas nuevos sabía muy poco hasta marzo. Únicamente que la gira de conciertos tenía el nombre del nuevo disco:"A head full of dreams". Escuché el sencillo con que publicitaban el disco y la verdad, no me atrapó.
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Hace bastante tiempo que empecé a escuchar las canciones de Coldplay. No recuerdo bien como fue que llegó a mi, pero desde que los escuché se ganaron un lugar en mi selección musical, como una banda de referencia. Sus canciones son de esas que escucho cuando tengo un problema y necesito aflojarme para dejar de pensar.
Son canciones que me hacen sentir que la cosa fluye hacia una solución.
Si me preguntan que me pasa cuando escucho alguna de sus canciones, siempre digo lo mismo. Siento serenidad. Me imagino a mi misma en un constante movimiento, mientras todo alrededor pasa lento.
Me acuerdo de las mañanas que caminaba a clases en facultad. Todos los lunes y miércoles caminaba unas 8 largas cuadras, a eso de las 7.30am, escuchando música. Cuando sonaba "Yellow", me olvidaba que eran las 7.30 de la mañana, porque todo se volvía armonioso, mis pasos, los autos pasando por Bvar Artigas, la gente esperando el bus, todo. Disfrutaba esas caminatas.
La realidad es que llegué al 31 de marzo sin haber cumplido mi autopromesa. No había escuchado mucho del nuevo disco. Así arrancamos para Buenos Aires.
Viajamos en bus hasta Colonia del Sacramento, donde tomaríamos el ferry lento de Buquebus hasta Buenos Aires. En total serían unas 7 horas de viaje.
Salimos a las 24hs de Montevideo y a eso de las 4am ya estábamos tomando el ferry.
Mi idea fue siempre dormir todo el viaje, pero no pude. Una vez estuve en el ferry, me desvelé. Ahí comenzó mi viaje por los sentidos.
A eso de las 5.30am subí a la cubierta para fumar un cigarro y me encontré con que las primeras luces del amanecer empezaban a verse. Me atrajeron los colores.
Los colores no dejaban de cambiar, cada vez más intensos.
Mientras esperaba la salida del sol pensé mucho, canté y me pasó una de esas cosas que algunos llaman casualidad, y otros causalidad. Creer o reventar, pero justo cuando empezó a asomarse el sol, empezó en mi mp3 "Yellow", de Coldplay.
Fue un amanecer intenso, lleno de energía. Me llenó de buen humor.
No pude más que arrimar una silla a la popa del ferry, ponerme los auriculares y dejar que mi música me acompañe en el viaje.
Después de llegar fuimos a desayunar algo típico de Buenos Aires, café con leche con medialunas. Una recomendación nos llevó al Café Tribunales, que quedaba cerca de donde nos estábamos quedando.
Mis "guías personales" prometieron llevarme por el centro de Buenos Aires. Fuimos y vinimos, siempre tomando como columna vertebral de nuestro recorrido fue la Av. 9 de Julio.
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A eso de las 14hs no quedaba ni un poco del sol que ví al amanecer. De hecho a esa hora fue que empezó a llover de una forma contundente.
Tuvimos que volver al hotel para resguardarnos y esperar noticias acerca del show. Teníamos coordinado salir a las 17.30hs, para poder llegar a tiempo...... al Estadio Único de la Plata ... que .... que no es totalmente techado. Lo cual podría ser irrelevante si no hubieramos tenido entradas para el campo. Hasta ese momento no sabíamos si se supendería o no por lluvia.
Confirmamos que no se suspendía. Emprendimos viaje a La Plata a la hora pactada. No dejó de llover.
El tráfico era intenso, propio de un viernes bajo lluvia, con unas 50.000 personas yendo a un show en la Plata. Hubo partes en que avanzábamos a paso de hombre.
Llegamos bajo lluvia justo cuando estaba terminando de cantar una de las teloneras, Lianne Las Havas, con un cover de una de mis canciones favoritas de los '60, "I say a little pray for you" de la gran Aretha Franklin.(2)
A las 21.15 del viernes 1ero de abril de 2016, bajo lluvia, empezó un nuevo viaje por los sentidos, que duró casi dos horas.
Ninguno de los shows que había visto hasta ese momento se le compara. Recuerdo que hace como un año vi en el canal HBO un concierto de la banda, de su Tour "Coldplay Live 2012". Ese día agregué en mi libreta de apuntes una nuevo pendiente para mi "check list de vida": sentirme parte de algo grande.
Hoy puedo decir que he cumplido doblemente ese pendiente, porque ver el show de los Rolling Stones en Montevideo fue electrizante, pero la satisfacción vino más por el lado emocional de la música, de haber escuchado en vivo la base de mi cultura musical.
Coldplay fue otra cosa. Fue felicidad plena. Miles de personas juntas en el campo de un Estadio, bajo lluvia, uno al lado del otro, agitando las manos con pulseras de colores, que cambiaban de color. Mienteas veíamos los fuegos artificales, el despliegue de luces y las bombas de papelitos picados de colores antes de cada canción, con la boca abierta. No les miento. En los estribillos sentía que saltábamos como parte de una masa flotante. Realmente la masa generaba el movimiento, el famoso poco amistoso que veía en el programa de HBO. Fue intenso ver a Chris Martin tocando el piano bajo la lluvia, verlo abriendo sus brazos para recibir la lluvia, como lo hubiera hecho yo de haber tenido espacio entre la gente.
Una experiencia de las que te hacen erizar, que te invita a cerrar los ojos y sentir.
La lluvia fue el ingrediente secreto, ese que hace única a la pascualina de tu mamá, o la pizza que hace tu abuela. Por momentos parecía que llovía pero la lluvia no me mojaba. El espectáculo era más.
Tocaron los clásicos Yellow, Fix you, The Scientist, Viva la Vida ....
Del nuevo disco conocía una o dos canciones nada más. Sin embargo, el show me dejó una nueva canción para mi mp3. Me llegó mucho la canción con la que cerraron el show, "Up&up". Fue como una perla. Nunca la había escuchado, pero era lo que necesitaba escuchar ese día, ese fin de semana. No dejé de escuchar la voz de Chis Martin en mi cabeza cantando el estribillo de esa canción hasta el miércoles siguiente al show.
Algunos de mis amigos me dicen que estoy en una etapa sensible de mi vida. Les confieso que no pude evitar cerrar los ojos y dejar escapar unas lágrimas al escucharla.
Salimos del Estadio, había parado de llover. Salimos cantando, mirando para atrás y viendo como un mar de gente fluía hacia las salidas.
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De camino al bus que nos llevaría de regreso a Buenos Aires, sin planearlo nos encontramos con otras amigas, entre ellas estaba quien después de las 0hs cumpliría años y sin saberlo le esperaba una fiesta sorpresa. Ese momento fue único! De nuevo, casualidad o causalidad, nos encontramos entre miles de personas. Todas tuvimos la misma reacción, podríamos haber estado toda la noche, toda la vida escuchando tocar a Coldplay.
Mis pies estaban ensopados, helados. No fue subirme al bus para descalzarme. Dormí todo el viaje de regreso con la música de Coldplay en mi cabeza.
Llegamos al centro de Buenos Aires y el bus nos dejó lejos del hotel. Tuvimos que caminar unas cuadras. Yo descalza.
Ese fue el mejor final para un concierto así. Yo descalza caminando.
Al día siguiente había que leer, escuchar las repercusiones, ver los videos. Revivir el show. Así fue que me encontré ésta nota en un diario argentino:
Creo que describe fielmente lo que fue Coldplay ese viernes en el Estadio Único de La Plata.
No teníamos grandes planes para el sábado más allá de la fiesta sorpresa para la cumpleañera. Organizamos todo en un restaurante del barrio Once. Todo se dió de acuerdo a los planes. Lo pasamos genial!!
De tarde, siesta mediante, arrancamos caminando hacia el barrio de Recoleta. Uno de los barrios céntricos residenciales por definición, que concentra muchas buenas propuestas de teatro.
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Quedamos en encontrarnos en el Centro Cultura Recoleta, para ver Wayra, una obra de Fuerza Bruta, un grupo teatral argentino que ha logrado trascender fronteras.
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Cuando surgió la idea de ir a ver ésta obra, ninguna tenía mucha idea acerca de lo que se trataba, en realidad. Lo que nos comentaron o sabíamos de otros amigos que ya la habían visto era que: "no es una obra de teatro", "no es un show convencional", "tenes que estar atenta", "te van a mojar".
Con tantos comentarios, no sabía de lo que se podría tratar. Me prometí dejarme sorprender, y ... vaya que lo hizo.
Mi definición de Fuerza Bruta es: otro viaje por los sentidos.
Definitivamente no es una obra de teatro. Es, en mi opinión, un show de teatro que como hilo conductor tiene al estereotipo de un hombre común inmerso en el mundo actual.
Es un espectáculo de interpretación libre.
Personalmente me sentí identificada con muchas de las ideas que intentan representar o que al menos yo interpreté.
El concepto de Wayra, viento en quechua. Sin lugar a dudas es inspirador.
Salí de ese lugar con un nueva lema: "Wayra que sigue soplando, Wayra que sigue cantando, Wayra será, Wayra será".
Además del nuevo lema, el show me dejó mucha adrenalina. El espectáculo termina con el espíritu de una fiesta electrónica, donde se arma un círculo en el centro del teatro y literalmente: llueve. Por lo que podes terminar bailando bajo la lluvia.
Digamos que lo intenté.
Desde Recoleta, nos movimos a Palermo para tomar algo y cenar. Terminamos en una especie de Pub Crowl, en el que visitamos varios pubs, probamos distintos tipos de cervezas artesanales y por supuesto cenamos.
Rematamos el cumpleaños en una disco, bailando electrónica.
El domingo, nuestro último día, lo aprovechamos al máximo o mejor dicho lo disfrutamos al máximo.
Nos levantamos tarde y caminamos hasta la Casa Rosada, con la idea de recorrer San Telmo desde la Plaza de Mayo.
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Las primeras veces que escuché hablar de este lugar fue con las canciones de Joaquín Sabina, uno de los cantantes españoles que me marcó mucho, musicalmente hablando.
La letra de "Con la frente marchita" dice:
".....
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió.
Mándame una postal de san telmo, adiós, ¡cuídate!-
Y sonó entre tú y yo el silbato del tren...
Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
Monigotes de miga de pan, caballitos de lata
Con agüita del mar andaluz quise yo enamorarte,
Pero tú no querías otro amor que el del Río de la Plata.
...."
Nos pusimos a recorrer la feria de los domingos en San Telmo.
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Era tal cual la recordaba. Colorida, musical, diversa, con algo que me hace acordar a nuestra feria de Tristán Narvaja.
Después de un rato largo, decidimos ir a almorzar a La Boca. Otro de los barrios tradicionales de Buenos Aires.
Conocido por su legado tanguero.
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Es un lugar lleno de color. Muy turístico también. Es inevitable cruzarse con los imitadores de Diego Maradona que a toda costa tratan sacarse una foto contigo.
Para redondear el fin de semana fuimos a caminar por Puerto Madero. Una riverfront hermosa, que después de muchas idas y venidas se estableció como uno de los lugares más exclusivos de la ciudad. Un punto obligado en cualquier visita a Buenos Aires.
No nos fuimos sin antes ver una de las tradicionales obras de la calle Corrientes.
Sin saber mucho de las opciones, compramos cupones de descuento en la oficina de Av. 9 de julio y Av. Corrientes , para Le Prenóm.
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Nuestra referencia hasta ese momento era el afiche y que entre los actores estaba Federico D'Elia, uno de Los Simuladores(3).
Sin mucha expectativa nos enfilamos hacia el Teatro Multiteatro, para llegar a tiempo.
Nuevamente, casualidad o causalidad. A una cuadra del Teatro nos cruzamos con Federico D'Elia, ese que les dije me marcó con su papel en Los Simuladores. Iba caminando, cual cualquier hijo de vecino con su mochila al hombro, rumbo al Teatro, como un espectador más.
Antes de entrar a la obra, me escapé a la Av. 9 de Julio, a ver el Obelisco de noche. No podía irme sin verlo.
La obra estuvo muy buena. Humor inteligente que trata de temas cotidianos de gente común que se va haciendo grande. Habla de amistad, de prejuicios, de temas no cerrados del pasado. Sin desperdicio.
Al rato nos estábamos embarcando en el ferry de regreso. Después de una semana de haber regresado, de haber vuelto con una sobredosis de experiencias de las que se te ganan por los sentidos, puedo decir que me quedé con ganas de más Buenos Aires. Me gustaría visitar la ciudad, caminarla a mi ritmo, conocer más allá de los límites de lo turísitico. Creo que un fin de semana no se acerca al tiempo que llevaría descubirla. Sin lugar a dudas me agendo regresar. Hasta pronto Buenos Aires.
Datos Útiles:
- Buenos Aires es una ciudad enorme, pero ágil. Puedes tomarte el subte o buses para ir de un lado a otro. En mi experiencia, en un fin de semana puedes recorrer: Microcentro, Centro, Recoleta, Palermo, Palermo Soho, San Telmo, La Boca y Puerto Madero.
- Se pueden conseguir vouchers de descuento en entradas para obras de teatro diariamente en la boxoffice ubicada enfrente al Obelisco. Los descuentos son para obras del mismo día.
- No es una ciudad barata, pero lo importante es que hay variedad de oferta en hospedajes, lugares para almorzar o cenar. Sentarse a comer en un restaurante implica gastar no menos de 10 USD. - Los taxis tienen taxímetro. Solo debes asegurarte que el taxista lo prenda. Referencias
(1) En Uruguay llamamos bizcochos a un tipo de masas dulces, generalmente rellenas de dulce de leche, crema o membrillo. Usualmente las comemos en al desayuno y en la merienda. Muchas veces comprar bizcochos es la excusa para juntarnos con amigos. También hay bizcochos de masa salada, rellenas de queso, jamón o sin relleno. En Argentina, a las mismas masas dulces las llaman facturas. (2) En realidad el tema es de Dionne Warwick, pero se hizo famoso en la voz Aretha. De ahí la referencia.
(3) Los Simuladores fue una serie de televisión argentina acerca de un grupo de cuatro socios que mediante operativos de simulacro sofisticados resuelven los problemas de gente común. La serie se emitió en Argentina por el canal de televisión Telefé en dos temporadas; la primera en 2002 y la segunda en 2003, obteniendo altísimos niveles de audiencia. https://es.wikipedia.org/wiki/Los_simuladores (1) En Uruguay llamamos bizcochos a un tipo de masas dulces, generalmente rellenas de dulce de leche, crema o membrillo. Usualmente las comemos en al desayuno y en la merienda. Muchas veces comprar bizcochos es la excusa para juntarnos con amigos. También hay bizcochos de masa salada, rellenas de queso, jamón o sin relleno. En Argentina, a las mismas masas dulces las llaman facturas. (2) En realidad el tema es de Dionne Warwick, pero se hizo famoso en la voz Aretha. De ahí la referencia.
(3) Los Simuladores fue una serie de televisión argentina acerca de un grupo de cuatro socios que mediante operativos de simulacro sofisticados resuelven los problemas de gente común. La serie se emitió en Argentina por el canal de televisión Telefé en dos temporadas; la primera en 2002 y la segunda en 2003, obteniendo altísimos niveles de audiencia. https://es.wikipedia.org/wiki/Los_simuladores
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